Desde que trabajamos en esta asociación, hemos notado que una de las cosas que más preocupan a las mamás y papás han sido las desconcertantes, y a veces embarazosas, situaciones en las que se ven envueltos sus hijos e hijas cuando malinterpretan el concepto de amistad. Es bien sabido que las personas con Trastorno del Espectro del Autismo tienen dificultades ya no sólo para saber “ganarse” un buen amigo sino para también identificarlo cuando lo tienen. Ciertamente, muchas veces nuestros niños y niñas se encuentran en el recreo con un verdadero campo de minas social, en el que se les presentan multitud de situaciones sociales caóticas e impredecibles, cada una de ellas con sus sutilezas y normas sociales, que les suponen un tremendo esfuerzo no meter la pata.

Pues bien, el otro día, hablando con una madre preocupada porque su hijo consideraba amigo al conserje que se encarga del mantenimiento del edificio donde vivían, se nos ocurrió elaborar esta herramienta, que nos gusta llamar “EL AMIGÓMETRO”, para ayudar al chico a entender el concepto de amistad, a identificar a un verdadero amigo, a saber qué podemos esperar de éste y enseñarle a cómo debemos comportarnos ante cada una de las personas de su entorno social según el grado de amistad que representan en su amigómetro.

Bien, me explico, esta herramienta, diseñada para que sea visual y fácilmente comprensible, pretende ayudar a catalogar cada una de las personas que entran en contacto diariamente con nuestros niños y niñas en diferentes grupos de “etiquetas sociales”, basándonos en una serie de comportamientos característicos, específicos, objetivos y, por tanto, fácilmente evidenciables e identificables por personas con TEA. ¿Cómo funciona? Fácil, como se puede observar en la imagen, el amigómetro es una barra de medida que se compone de dos polos claramente opuestos (el extremo de la amistad y el de la enemistad) teniendo por centro el “0 neutral”, representado por la etiqueta social de desconocido. El desconocido es una persona que, como indica la propia palabra, no conocemos y por eso se encuentra en nuestro amigómetro en el centro, pues no lo conocemos ni para bien ni para mal. Pero lo verdaderamente interesante, viene cuando salimos de los límites de lo desconocido, porque ya hemos tenido ocasión de poder ir conociendo a la persona, y nos acercamos a los extremos.

Empezaremos dirigiéndonos hacia el extremo positivo ¡Rumbo hacia la amistad! Bien, la primera etiqueta social que nos encontramos es la persona que, sencilla y llanamente, “Me cae bien”. ¿Qué debe tener una persona que simplemente nos cae bien? Esta persona nos trata bien (con respeto y simpatía) mostrándose agradable con nosotros, nos gusta cómo es (su personalidad, sus gustos, intereses y aficiones) y nos sentimos a gusto y cómodos cuando estamos con esa persona. Seguimos, la siguiente persona es “Me cae genial”, esta se diferencia únicamente de la otra por un mayor grado de intensidad de lo comentado. Y si seguimos avanzando…¡Sí! Ya podemos hablar de verdadera y sincera amistad, llegamos a la etiqueta social de “Amigo/a”. ¿Qué debemos pensar cuando hablamos de esta etiqueta social? Pues bien, como se puede atisbar por lógica, tiene por supuesto todo lo que hablábamos de la persona que nos cae genial potenciado, añadiendo dos conceptos nuevos que lo diferencian en esencia de las anteriores etiquetas: la CONFIANZA y la RECIPROCIDAD. Aquí es cuando la mayoría de nuestros niños y niñas se quedan estupefactos y es aquí, por tanto, donde recomendamos detenernos y tomar la explicación con mucha calma y paciencia, pues además de encontrarnos en un punto importante, es lo que, desde luego, más les desconcierta.

Así pues, hablamos de confianza en una relación cuando tienes la garantía o, por lo menos, la expectativa de que la otra persona actuará en pro de tu bien, que no te traicionará o te hará un daño intencionado. Como anticipábamos, otro concepto esencial y característico de la amistad es la reciprocidad, es una relación positiva y recíproca. Todos preguntan extrañados ¿Qué significa que es recíproco? Les podemos explicar que una relación es recíproca cuando nosotros recibimos algo bueno/positivo del amigo/a del mismo modo que nosotros también ofrecemos eso mismo positivo a la otra persona. Sería como un intercambio positivo, deliberado y desinteresado, por el mero hecho de que queremos y buscamos el bien de la otra persona y a conciencia de que la otra persona haría lo mismo que nosotros en determinadas situaciones. Es recíproco, por tanto:

  • Si yo le ayudo, el amigo/a me ayuda.
  • Si yo le defiendo, el amigo/a me defiende.
  • Si yo comparto mis juguetes, el amigo/a también comparte sus juguetes conmigo.
  • Si yo le invito a casa, el amigo/a me invitaría a su casa.
  • Si a mi me cae bien o lo considero mi amigo/a, yo a esa persona también le caigo bien o me considera su amigo.

Las etiquetas de me cae bien o genial no son personas con las que tengamos una relación recíproca, por lo que debemos explicarles que una persona que a nosotros nos cae bien, puede ser que nosotros a esa persona no le caigamos bien o incluso no nos conozca, y viceversa. Cada uno tiene su amigómetro personal y cada uno coloca a las personas de su entorno donde considera conveniente. Un ejemplo sencillo sería el caso de que en mi amigómetro yo podría decir que el famoso futbolista Messi me cae bien o genial porque me gusta cómo es, su personalidad, cómo se comporta en el campo, cómo juega, su forma de tratar a sus fans… Ahora bien, debo entender que no es recíproco pues en el amigómetro de Messi yo sería un desconocido y, por tanto, no podría decir, por mucho que quisiese, que Messi es mi amigo. Por último, tendríamos la máxima manifestación de amistad, la figura del “Mejor amigo” que posee todo lo anterior potenciado más una novedad. La confianza es tal, que podemos compartir intimidades (inquietudes, emociones, sentimientos, pensamientos). De estos, no hay muchos.

 El otro extremo, se entiende tan rápidamente como que es el antítesis de la amistad y de todo lo recientemente expuesto. Sería explicar, en cada etiqueta social, justo el comportamiento contrario de lo comentado. Es importante explicar que la figura del abusón/acosador es la máxima expresión de la enemistad, se caracteriza por el conocido y preocupante fenómeno Bullying que se manifiesta en conductas específicas tales como: pegar/golpear, insultar, trato vejatorio, humillaciones y provocaciones. Acostumbro a señalar que aquellas personas que las clasificamos en nuestro amigómetro con esta etiqueta social (incluso diríamos con la de “me cae fatal”) debemos intentar evitar no estar más tiempo del necesario a su lado porque irremediablemente nos conducen al conflicto y a los problemas. Eso no quiere decir que no debamos ser amables con una persona que sea solamente “me cae mal”.

Es oportuno enseñar también que estas clasificaciones y etiquetas sociales que ponemos a las personas conocidas en nuestro amigómetro no son del todo estáticas. Es importante saber que aquellas personas catalogadas en nuestro amigómetro cerca del centro (el 0 neutro), es decir, “me cae mal” y ”me cae bien” pueden, con el tiempo, desplazarse de un lado del 0 al otro de modo que, una persona que en un principio nos caía mal, luego puede pasar a caernos bien con el tiempo. Sin embargo, esto es más difícil o improbable que ocurra según nos aproximemos a los polos, pues una persona que es un acosador o abusón en nuestro amigómetro difícilmente llegará el día en que nos caiga bien o sea nuestro amigo.

Desde el equipo de psicólogos de la Associació TEA-Asperger Maresme, esperamos que la lectura de este post os haya sido de ayuda y podáis aplicarlo. La amistad es algo fundamental en nuestras vidas y esta es una herramienta idónea para darnos cuenta de ello y ser conscientes del tesoro que tenemos con una amistad. ¡Animadles a elaborar su propio AMIGÓMETRO! Y, si podéis, ¡Compartid el post en vuestras redes sociales!

Des que treballem en aquesta associació, hem notat que una de les coses que més preocupen a les mares i pares han estat les desconcertants, i de vegades compromeses, situacions en què es veuen embolicats els seus fills i filles quan malinterpreten el concepte d’amistat. És ben sabut que les persones amb Trastorn de l’Espectre de l’Autisme tenen dificultats no només per saber “guanyar-se” un bon amic sinó també per identificar quan el tenen. Certament, moltes vegades els nostres nens i nenes es troben en l’esbarjo amb un veritable camp de mines social, en el que se’ls presenten multitud de situacions socials caòtiques i impredictibles, cadascuna d’elles amb les seves subtileses i normes socials, que els suposen un tremend esforç no ficar la pota.

Doncs bé, l’altre dia, parlant amb una mare preocupada perquè el seu fill considerava amic al conserge que s’encarrega del manteniment de l’edifici on vivien, se’ns va acudir elaborar aquesta eina, que ens agrada anomenar “EL AMIGÓMETRO”, per ajudar al noi a entendre el concepte d’amistat, a identificar a un veritable amic, a saber què podem esperar d’aquest i ensenyar-li a com hem de comportar davant cadascuna de les persones del seu entorn social segons el grau d’amistat que representen en el seu amigómetro.

Bé, m’explico, aquesta eina, dissenyada perquè sigui visual i fàcilment comprensible, pretén ajudar a catalogar cadascuna de les persones que entren en contacte diàriament amb els nostres nens i nenes en diferents grups de “etiquetes socials”, basant-nos en una sèrie de comportaments característics, específics, objectius i, per tant, fàcilment evidenciables i identificables per persones amb TEA. Com funciona? Fàcil, com es pot observar en la imatge, el amigómetro és una barra de mesura que es compon de dos pols clarament oposats (l’extrem de l’amistat i el de l’enemistat) tenint per centre el “0 neutral”, representat per l’etiqueta social de desconegut. El desconegut és una persona que, com indica la pròpia paraula, no coneixem i per això es troba en el nostre amigómetro al centre, ja que no el coneixem ni per bé ni per mal. Però el veritablement interessant, ve quan sortim dels límits del desconegut, perquè ja hem tingut ocasió de poder anar coneixent a la persona, i ens acostem als extrems.

Començarem dirigint-nos cap a l’extrem positiu ¡Rumb cap a l’amistat! Bé, la primera etiqueta social que ens trobem és la persona que, senzilla i planerament, “Em cau bé”. ¿Què ha de tenir una persona que simplement ens cau bé? Aquesta persona ens tracta bé (amb respecte i simpatia) mostrant-se agradable amb nosaltres, ens agrada com és (la seva personalitat, els seus gustos, interessos i aficions) i ens sentim a gust i còmodes quan estem amb aquesta persona. Seguim, la següent persona és “Em cau genial”, aquesta es diferencia únicament de l’altra per un major grau d’intensitat del que hem comentat. I si seguim avançant … Sí! Ja podem parlar de veritable i sincera amistat, arribem a l’etiqueta social de “Amic”. Què hem de pensar quan parlem d’aquesta etiqueta social? Doncs bé, com es pot entreveure per lògica, té per descomptat tot el que parlàvem de la persona que ens cau genial potenciat, afegint dos conceptes nous que el diferencien en essència de les anteriors etiquetes: la CONFIANÇA i la RECIPROCITAT. Aquí és quan la majoria dels nostres nens i nenes es queden estupefactes i és aquí, per tant, on recomanem aturar-nos i prendre l’explicació amb molta calma i paciència, ja que a més de trobar-nos en un punt important, és el que, per descomptat, més els desconcerta.

Així doncs, parlem de confiança en una relació quan tens la garantia o, almenys, l’expectativa que l’altra persona actuarà en pro de la teva bé, que no et trairà o et farà un mal intencionat. Com anticipàvem, un altre concepte essencial i característic de l’amistat és la reciprocitat, és una relació positiva i recíproca. Tots pregunten estranyats ¿Què vol dir que és recíproc? Els podem explicar que una relació és recíproca quan nosaltres vam rebre alguna cosa bona/positiva de l´amic  de la mateixa manera que nosaltres també oferim això mateix positiu a l’altra persona. Seria com un intercanvi positiu, deliberat i desinteressat, pel simple fet que volem i busquem el bé de l’altra persona i a consciència que l’altra persona faria el mateix que nosaltres en determinades situacions. És recíproc, per tant:

  • Si jo l’ajudo, l’amic m’ajuda.
  • Si jo li defenso, l’amic em defensa.
  • Si jo comparteixo les meves joguines, l’amic també comparteix les seves joguines amb mi.
  • Si jo el convido a casa, l’amic em convidaria a casa seva.
  • Si a mi em cau bé o el considero el meu amic, jo a aquesta persona també li caic bé o em considera el seu amic.

Les etiquetes de em cau bé o genial no són persones amb les que tinguem una relació recíproca, pel que hem de explicar-los que una persona que a nosaltres ens cau bé, pot ser que nosaltres a aquesta persona no li caiguem bé o fins i tot no ens conegui, i viceversa. Cada un té el seu amigómetro personal i cadascú col·loca a les persones del seu entorn on considera convenient. Un exemple senzill seria el cas que en el meu amigómetro jo podria dir que el famós futbolista Messi em cau bé o genial perquè m’agrada com és, la seva personalitat, com es comporta al camp, com juga, la seva forma de tractar als seus fans … Ara bé, he d’entendre que no és recíproc doncs en el amigómetro de Messi jo seria un desconegut i, per tant, no podria dir, per molt que volgués, que Messi és el meu amic. Finalment, tindríem la màxima manifestació d’amistat, la figura del “Millor amic” que posseeix tot l’anterior potenciat més una novetat. La confiança és tal, que podem compartir intimitats (inquietuds, emocions, sentiments, pensaments). D’aquests, no n’hi ha molts.

 L’altre extrem, s’entén tan ràpidament com que és el antítesi de l’amistat i de tot el recentment exposat. Seria explicar, en cada etiqueta social, just el comportament contrari del que s’ha comentat. És important explicar que la figura de l’abusador és la màxima expressió de l’enemistat, es caracteritza pel conegut i preocupant fenomen Bullying que es manifesta en conductes específiques com ara: barallarse, insultar, tracte vexatori, humiliacions i provocacions. Acostumo a assenyalar que aquelles persones que les vam classificar en el nostre amigómetro amb aquesta etiqueta social (fins i tot diríem amb la de “em cau fatal”) hem d’intentar evitar no estar més temps del necessari al seu costat perquè irremeiablement ens condueixen al conflicte i als problemes. Això no vol dir que no hàgim de ser amables amb una persona que només “em cau malament”.

És oportú ensenyar també que aquestes classificacions i etiquetes socials que posem a les persones conegudes en el nostre amigómetro no són del tot estàtiques. És important saber que aquelles persones catalogades al nostre amigómetro prop del centre (el 0 neutre), és a dir, “em cau malament” i “em cau bé” poden, amb el temps, desplaçar-se d’una banda del 0 a l’altre de manera que, una persona que al principi ens queia malament, després pot passar a caure bé amb el temps. No obstant, això és més difícil o improbable que passi segons ens aproximem als pols, ja que una persona que és un abusador al nostre amigómetro difícilment arribarà el dia en què ens caigui bé o sigui el nostre amic.

Des de l’equip de psicòlegs de l’Associació TEA-Asperger Maresme, esperem que la lectura d’aquest post us hagi estat d’ajuda i pugueu aplicar-lo. L’amistat és una cosa fonamental en les nostres vides i aquesta és una eina idònia per adonar-nos d’això i ser conscients del tresor que tenim amb una amistat. ¡Animeu-los a elaborar el seu propi AMIGÓMETRO! I, si podeu, ¡Compartiu el post a les vostres xarxes socials!